martes, 27 de julio de 2010

billetes

Bueno, ya tenemos los billetes comprados. Para ir calculando costes iré poniendo lo que nos ha costado cada cosa para poder hacer la "gran suma final", momento en que lloraremos y diremos que cómo no nos hemos dado cuenta de todo lo que hemos ido gastando poco a poco. En fin, a lo que vamos. Por ahora, los billetes han costado 580 € ida y vuelta, con tasas incluidas. No me parece un precio excesivo para un viaje intercontinental (de hecho yo contaba con que sería mas carete...). El vuelo hace escala en Philadelphia y de allí hacemos transbordo al que nos lleva a Chicago.

Por otra parte, estamos mirando diferentes posibilidades de alquileres de coche por aquellas tierras de Dios y que aún no están del todo claras...

lunes, 26 de julio de 2010

El viaje

El viaje pretende trascurrir a lo largo de la famosa “ruta 66” en EEUU. Esta carretera, conocida como “la carretera madre”, recorría más de la mitad de los Estados Unidos. Por casi medio siglo fue la principal ruta comercial y la mayor arteria turística hacia la costa oeste. Durante todos esos años, obtuvo cierto carácter místico, que aún se recuerda con cariño. Ya han pasado sus días de gloria y la mayor parte de la antigua ruta ha desaparecido, pero su nostálgica atracción aún continúa….y ahí es donde entramos nosotros!. ¿Qué pretendemos?, pues obviamente hacer el recorrido original, aunque visto lo visto está difícil…




Antes del siglo 20, la Costa Oeste de los Estados Unidos estaba tremendamente aislada de la Costa Este y del Medio Oeste por grandes barreras de montañas, desiertos y terrenos desolados. Antes de que se terminara la construcción del ferrocarril transcontinental en el año 1867, era más rápido y más fácil navegar alrededor del extremo sur de América del Sur que tratar de viajar a través del país.
En los inicios del siglo veinte, era difícil y a menudo peligroso viajar de costa a costa. Las rutas pavimentadas en su mayoría terminaban en las Montañas Rocosas (Rocky Mountains), o en el borde de los desiertos del sur. El viajar más lejos a menudo implicaba navegar rutas sin señalizaciones, sin mantenimiento alguno, y a veces, hasta simples caminos de tierra. En todo ese recorrido había muy pocos servicios públicos o recursos para los viajeros. Aquí es donde nace la idea de la Ruta 66, la cual conectó Chicago con Los Ángeles. Que… ¿cómo surgió?...pues resulta que unos hombres de negocios de Oklahoma e Illinois decidieron que los Estados Unidos necesitaban una autopista intercontinental que conectara la Costa Este con la Costa Oeste. Naturalmente, pensaron que era conveniente que esta ruta pasara por los pueblos de los que ellos eran originarios: Springfield, Illinois y Oklahoma City. Hacia 1926, ya habían convencido al gobierno de los Estados Unidos del valor estratégico que tendría una ruta de este tipo, y finalmente se empezó con su construcción. La ruta no estuvo completamente pavimentada hasta 1938. La llamaron la Ruta 66.



La ruta 66 comenzaba en la costa del Lago Michigan, en Chicago estado de Illinois, el gran centro metropolitano del extremo norte del gran valle agrícola del Río Mississippi, en el medio oeste. Chicago ya estaba bien conectada con las grandes ciudades de la costa este. Desde aquí, la ruta se dirigía hacia el sur, atravesando los estados de Illinois, Missouri y el borde de Kansas. En Oklahoma giraba hacia el oeste, atravesando el norte de Texas, Nuevo México y Arizona hasta llegar finalmente a California. La Ruta 66 terminaba en Los Ángeles, en las playas de Santa Mónica.
La ruta tenía cerca de 2.400 millas (4.000 Km.) de largo. Conectaba muchas de las ciudades más importantes del Medio Oeste y del Sudoeste, como Springfield Illinois, St. Louis Missouri, Oklahoma City, Amarillo Texas, Albuquerque Nuevo Méjico y Flagstaff Arizona. También atravesaba muchos otros pueblecillos y villas más pequeñas.
Poco a poco, la Ruta 66 se transformó en el corredor este-oeste favorito de los camioneros comerciales como así también de los turistas. Esta ruta desviaba todos los cruces de montañas en las Rocosas, y tomaba dirección sur, lo que permitía el paso de tráfico durante todo el año.
Los residentes de todas las áreas por donde pasaba la ruta 66, pronto descubrieron que este incesante flujo de motoristas necesitaría gasolina, comida, lugares donde hospedarse y entretenimientos a lo largo del camino. Así se levantaron miles de estaciones de servicio, restaurantes, cafés, bares, mercados, y atracciones turísticas. La ruta 66 obtuvo la fama de ser "el hotel o motel del conductor". Las atracciones al lado de la ruta incluían tiendas de regalos y recuerdos, puestos de intercambio indígenas, puntos con vistas panorámicas, zoológicos, museos, lugares históricos y exposiciones de fenómenos geológicos. Era común ver Tipis indígenas gigantescos, enormes estatuas de cowboys y otras estructuras de formas extrañas diseñadas para atraer la atención de los motoristas que pasaban por la ruta 66.
Durante los años '30, cuando la gran depresión económica atrapó al país, una sequía cayó sobre las regiones de campo del medio oeste. Murieron todas las plantaciones en Oklahoma, Kansas y Missouri, y la tierra agrietada se convirtió en polvo. El valle del Mississippi era llamado "tazón de polvo". Cientos de miles de granjeros y agricultores, en la ruina económica total, perdieron sus hogares, y cargaron sus pocas posesiones en autos o camionetas y se fueron hacia el oeste a buscar trabajo. Generalmente se los llamaba "Oakies", por el estado del que eran originarios. Muchos pueblos sobre la ruta 66 crearon campamentos o campos para motoristas, donde los pobres y desamparados viajeros podían dormir en su coche gratuitamente. La ruta 66 se convirtió en la ruta hacia la Tierra Prometida, California, donde siempre había sol, cosechas abundantes, y trabajos que pagaban bien. El autor americano John Steinbeck documentó esta migración en su novela "Las uvas de la Ira", y llamó a la ruta 66 "la ruta madre".
Después de esta lección de culturilla general, tengo que añadir que si, que vale…que lo suyo es hacer el recorrido completo de la ruta, pero es prácticamente imposible debido a que esta ruta cayó víctima del progreso, y únicamente se conservan algunos tramos de ella. Las grandes autopistas han ido comiendo terreno a la antigua carretera, y a medida que vayamos conduciendo iremos entrando y saliendo de la ruta constantemente.