viernes, 17 de septiembre de 2010

Ahhhh...Gallup, una ciudad donde la mayoría son Mexicanos y podíamos hablar ccastellano a nuestras anchas. En fin, después de todo lo que bajar el gran cañon, hacer millas como perros, perdernos en  una reserva india y todas las correrias contadas, llego el momento de emprender el camino hacia "la correria": Las Vegas. La primera impresión: Horrenda. Nos queríamos ir de allí a toda costa. Se ve que entramos por la puerta de atrás de Las Vegas y aquello era el Harlem. Vimos un par de casinos por las calles pero no veíamos el momento de irnos de allí...inseguridad al poder. De repente se nos ocurrió la idea de poner en el GPS qque nos llevara al Hilton "El Hilton no puede estar en mala zona, no?" Pues gracias a Dios no. Ya empezamos a ver una zona mas "de bien", con mucho turista, calles limpias y amplias y lo que pensamos eran "putas de estilo fino". Bueno, el caso esd que estuvimos buscando hotel-casino para protegernos de als inclemencias meteorológicas que pudiesen acaecernos y no encontrabamos sitio para aparcar a preguntar (no sabíamos cuánton os podía salir la broma en un hotel de estos). Finalmente paramos en uno sólamente a preguntar. D se bajó para hacer eso precisamente y se tomó la libertad de pillar la habitación. Yo no sabía nada y cuando llegó me dijo: "Nos quedamos aquí, eso es la hostia". Yo, inoce4nte, le dije que bueno...pero que cuánto nos había salido. Solo diré que poco, bastante poco para lo que era la habitación. Ninguno se imaginaba lo que habíamos contratado por tan poca pasta (aprox llo mismo que la noche en flagstaff). Llegamos a la habitación y teníamos un recibidor con un baño muy cuco. Seguimos y teníamos un salón con comedor, sofa, encimera don la cafetera, las dos neveras y tal, un ventanal desde el que se veía todo las vegas y una tele de plasma que te cagas por la patilla. Cuando ya no podíamos flipar mas, entramos en nuestra habitación, con otra tele de plasma, otro ventanal y las dos camas bien grandotas, todo esto acompañado por un cuarto de baño más grande que mi habitación de Madrid, con jacuzzi, ducha enorme y blahblah. Bueno, después de este subidón decidimos irnos a dar una vuelta por las vegas, pero antes tendríamos que conocer nuestro casino. Impresiones: La hostia, estoo es un desfase. Los cacsinos no tienen nada de luz, para que pierdas la noción del tiempo (obviamente), son mini ciudades por dentro (que ya comentaré mas adelante) y sólo te encuentras a gente muy acabada o turistas que han ido a ver qué se cuece allí.paisaje un poco triste porque yo, personalmente, no vi a nadie feliz de estar allí, salvo los turistas que van a ver la novedad. Actuaciones pro todos lados, sonidos luces...es una hemorraagia de sensaciones para tus sentidos. En fin, que nos fuimos flipando ya un poco a ver las vegas y otrs casinos.

Cogimos un shuttle gratuito que t6e pone el hotel para ir a otros casino, y en cuanto llegamos a las calles de las vegas ya empezamos a flipar. Esa ciudad es un puterismo constante. En nuestro recorrido, nos atacaron los emisarios de las putas, una especie de miguel strogoff versión guarra. En menos de 10 metros,, nos dieron mil panfletillos de sus clientas. No podíamos parar de descojonarnos porque ra increible. Finalmente hicimos recuento en el hotel de toddos los panfletos, qu eeran chorrocientos:

Teníamos tantas y de tan diversa índole, que lo único que podíamos hacer era echar una partida de cartas al mas puuro estilo "Magic":

En fin, nu8nca había realizado un ataque lesbico contra una criatura chochona con habilidades sado +5...

Bueno, siguiendo por als calles de LV, entramos en un par de hoteles - casino que nos hicimos caquita. Uno0 de ellos imitaba a Venecia al atardecer, con sus canales, agua, sus góndolas (donde los personajes lugareños se daban paseos totalmente metidos en el papel):

Nota: el techo es pintado.
En el casino puedes encontrar mil tiendas, bares, restaurantes, el casino (claroe stá) y mucha gente flipando un poco). Como este había otro que era París al atardecer y bueno...tampoco necesitábamos entrar en muchos mas, porque una vez visto un casino, los has visto todos.

Llegó la hora de cenar, y lo hicimos en el mítico Flamingos, dodne entramos en un burguer. La camarera: una siesa, la comida: infernal. No hay mas que decir  (bueno, D apuntará algo probablemente). Y después de dar una vuelta, ver mas puterismo y tal, compramos unos red bull para aguantar la noche que se avecinaba y pusimos rumbo a nuestro hotel, que era el que mas nos gustaba (de todos era el mas desfasado, sin gilipolleces de venecia, paris y nada; vicio puro y duro...eso si, tiene una cabeza de jesucristo que no para de mover los ojos colgada del techo). En fin, que empezamos a tope ganando pasta a mansalva; poco después yo empecé a perder manos y D seguía ganando (el muy bastardo), y poco después D empezó a perder manos y se plantó antes de perderlo todo. Final: A mi me desplumaron y a D le dió para tomarse unos mojitos post-ruleta.

No hicimos muchas fotos porque nos cebamos a hacer videos, así que este post no da mucho mas de si. De todas formas voy a aprar de escribir que nos vamso al valle de la muerte, así que otro día sigo :).

No hay comentarios: